Internet se ha convertido en nuestro médico. No, no se trata de una afirmación baladí, ¡qué levante la mano aquel que, ante un dolor o un posible diagnóstico, no ha buscado información en la Red!. Y que levante la mano aquel que se ha sentido más preocupado que aliviado con los datos que ha encontrado sobre su dolencia.
Desafortunadamente no podemos controlar la veracidad de toda la información que se publica on line. Hace unos años, un importante laboratorio farmacéutico nos llamó para escribir los contenidos de las webs de tres de sus productos estrella. Habían contratado estos servicios a su agencia habitual y se encontraron con la sorpresa de que se había hecho un corta y pega de la wikipedia, y de otras webs cuya información no había sido contrastada.
Si eres una empresa, una organización o una institución relacionada con la investigación y la salud, tienes que prestar especial atención a lo que publicas, porque, además de jugarte tu reputación, puedes ser responsable de la toma de decisiones erróneas por parte de personas que buscan remedios a sus males en Internet.
En Taller Activo nos tomamos muy en serio la redacción de estos contenidos, y queremos compartir contigo algunas recomendaciones:
- Identifica cuáles son tus públicos objetivos. Obviamente el lenguaje y los contenidos son bien diferentes para profesionales de la ciencia o la salud que para el público en general. Escribir una misma información para grupos diferentes puede provocar dos efectos negativos para ti:
- Los médicos y expertos pueden tacharte de poco profesional si utilizas un tono divulgativo.
- El público puede confundir tus mensajes, si escribes en un lenguaje estrictamente profesional.
- Valora la creación de diferentes canales según tus audiencias. De esta forma, también obtendrás más información sobre tus lectores y elaborarás contenidos más específicos y con garantía de mejores resultados. La suscripción a tu newsletter, o la creación de un canal para cuyo acceso necesitarás un previo registro, te ayudará a diferenciar los tipos de mensaje e incluso a elegir el formato de publicación.
- ¿Te ves capaz de escribir tus propios contenidos? Puede que si, y puede que no. Lo que hemos comprobado es que a los profesionales que trabajan en un determinado sector que requiere de especialización, les resulta complicado trasladar sus conocimientos en la Red, porque tienden a utilizar su propia jerga, que no siempre es conocida por todos.
- Contrasta con información veraz cada una de las palabras que publicas en tu web. Es un consejo general, pero en el sector sanitario, se convierte en obligación. Avala tus contenidos con trabajos e investigaciones publicadas por organismos de investigación y autoridades sanitarias. La publicación de la bibliografía y la inclusión de los enlaces a las páginas web de referencia utilizadas garantizan la calidad de tus contenidos y te posiciona como una fuente de información de confianza.
- Recalca que la información que publicas no sustituye un diagnóstico médico. La sintomatología, las causas y las consecuencias pueden ser diferentes para cada paciente, incluso aún cuando se trate de una misma patología. No promuevas el autodiagnóstico y la automedicación.
Un caso de buenas prácticas en la publicación de contenidos profesionales y con carácter divulgativo es la web www.jupsin.com. Se trata de un portal que ofrece información sobre todo tipo de acoso (escolar, laboral, sexual, etc.). Cuenta con las aportaciones de expertos editadas por profesionales del periodismo, que aportan una fácil lectura y comprensión, a pesar de que los aspectos que abordan tengan cierta dificultad.