Hong Kong pone cara a quien la ensucia. ¿Cómo? ¿Quien le iba a decir a una persona que tira una colilla al suelo, un chicle o un pañuelo de papel, que podría ser localizado e incluso identificado con su rostro gracias a su ADN?
Con motivo de la celebración del Día de la Tierra, una ONG de la ciudad de Hong Kong ha lanzado una campaña de sensibilización, llevada a cabo por Ogilvy & Mather, en la que muestra como, a través de la obtención del ADN de las basuras dispersas por la ciudad, puede identificarse al que las arrojó, e incluso ponerle rostro al «guarro de turno»?
La multinacional publicitaria ha trabajado con el laboratorio Parabon NanoLabs, que ha realizado un análisis de los restos que ha encontrado en las calles de la ciudad para obtener el ADN y, gracias a una sofisticada tecnología, ha recreado retratos robots de los dueños de esas basuras.
Además del retrato robot, al más puro estilo de «SE BUSCA», se ha grabado un vídeo en el que se muestra cómo una simple colilla abandonada en las calles de la ciudad, puede ponerle cara a la persona que la arrojó.
Ahora solo es cuestión de cuantificar los costes que representaría implementar esta tecnología en las ciudades, y compararlos con las gastos de limpieza municipales, la inversión en las campaña de sensibilización para mantener limpias las calles y el impacto personal que tendría ver nuestros rostros apuntándonos como responsables directos de la conservación y limpieza de los entornos que habitamos. ¿Estaríamos mentalmente preparados para ello?